Etiquetas

lunes, 18 de mayo de 2015

RECETA DE FILOSOFÍA

Abrí el libro por la página marcada, dispuesto a leer de

una maldita vez por todas el último capítulo de aquel

libro que el profesor de filosofía nos había “recetado”

para “curar” nuestra falta de abstracción. Pero, antes de

comenzar con la primera línea, un fuerte destello entró

por la ventana de mi habitación. Rápidamente me dirigí a

ella para bajar las persianas cuando el suelo tembló bajo

mis pies. Noté cómo mi casa se desgajaba de los edificios

a ambos lados y mientras tanto, yo, inmóvil y

atemorizado, me quedaba pegado al suelo debido a la

gran fuerza con que me atraía la Tierra mientras con mi

casa la abandonaba. Cuando me desperté tenía calor y

estaba mareado, recordé lo que me había sucedido y me

asomé a la ventana. Fuera nada era como lo recordaba

hasta ahora, una frondosa jungla con árboles centenarios

se alzaba en frente de mi ventana. Decidí que no podía

quedarme allí para siempre así que salí de casa dispuesto

a explorar aquel nuevo entorno, abandonando la que

había sido mi casa y preguntándome constantemente qué

sería de mí en aquella jungla a la que había llegado

todavía sin saber cómo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario