Etiquetas

lunes, 18 de mayo de 2015

Solo, sin respuestas.


Abrí el libro por la página marcada, página ciento trece, nunca me olvidaré,
pero… ¿de qué libro? Me había despertado horas antes en aquella oscura
habitación, tan solo una desvencijada mesa; un libro viejo; un candelabro; una
hermosa puerta, el camino a lo que creí que era la felicidad; y bueno, yo, lo que
¿Por qué, quién? Nunca encontraría respuestas, y menos ahí metido.
Necesitaba salir, y así hice, pero, ¿a dónde? Llevo divagando por este mundo
semanas y no puedo más, consigo a duras penas comer algo, pero solo no
puedo vivir. La soledad me mata, y acabaré matándome.

No hay comentarios:

Publicar un comentario