Etiquetas

miércoles, 11 de mayo de 2011

Álvaro Bernat Llinares

Sólo pude mirar hacia atrás cuando mi madre me echó la broca por estar conectado al Tuenti en vez de estar estudiando las tres asignaturas pendientes de esta evaluación.

Pasaron los días y llegaron las notas de la evaluación. Volvieron a ser nefastas. Mis padres decidieron enviarme en verano a un campo de trabajo en Mali. Cuando me lo dijeron mis padres me quedé sorprendido tras la decisión, sobre todo porque le viaje era dentro de una semana.

Transcurrieron los días y llegó el momento. Cogí las maletas acompañado de mis padres. Nos dirigimos al aeropuerto y con lágrimas nos despedimos. Me subí al avión y en unos instantes ya estaba rumbo a Mali.

Tras horas de viaje llegué, bajé del avión y un hombre mayor me acompañó a una especie de chabola que iba a ser mi casa durante los días de estancia en este país.

El día siguiente fue insoportable por el calor y el trabajo asignado. Debía pintar una escuela.

Transcurrieron los días y llegó el momento de volverme. Entonces me di cuenta que hay que dar gracias por todo lo que tengo y hay que estudiar para que el día de mañana tengamos un trabajo porque hay otras personas que lo necesitan y no lo tienen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario