Etiquetas

miércoles, 11 de mayo de 2011

José Antonio Sánchez Rico

Solo pude mirar hacia atrás porque estaba muy asustado, él estaba detrás de mí, mirándome con una mirada tan fría que podría congelar al sol, y con unos ojos tan oscuros, que te daban una sensación de peligro.

¡No pude aguantar más! Salí corriendo en un instante y, como era de esperar, él me siguió por todas partes. Yo, como era muy asustadizo, me puse a gritar como un loco para que alguien pudiera oírme, pero cuanto más gritaba, él parecía que corría más.

Lo peor de todo es que yo no era muy atleta, tenía la vista cada vez más borrosa y las piernas no daban abasto. Intenté esconderme, no era un buen sitio, pero podría descansar un rato, o eso creía yo.

Al final se me ocurrió una idea, buscar testigos, aunque corriendo… iba a ser difícil, busque en: parques, bares… pero fue inútil ¿Es qué no había nada ni nadie?

Desgraciadamente, era torpe, caí y cuando ya no había nada que hacer….

- Fernando, despierta, ¡llegarás tarde al colegio!

- Un sueño, con lo verdadero que parecía- Suspiraba a la vez que se alegraba.


No hay comentarios:

Publicar un comentario