Etiquetas

lunes, 16 de mayo de 2011

Javier Belmar

Solo pude mirar atrás, y a pesar de la densa niebla pude ver algo…

Aquél día, por la mañana, era un día de esplendor, el sol brillaba bajo un cielo azul y los

pájaros revoloteaban de aquí para allá, el bosque por donde yo caminaba no era muy espeso que digamos, aunque tenía bastantes pinos, diferentes variedades de árboles y arbustos que a duras penas superaban los cinco metros y medio de altura, el suelo de alrededor de

los pinos estaba más o menos repleto de piñas. Seguía andando con paso ligero, mi motivo era recoger leña para calentarnos frente a la chimenea, conforme iba avanzando, detrás de unos arbustos había un gran pino seco y tumbado, de unos cinco metros de altura, esta era mi oportunidad de coger todas las ramas que pudiese, me asaltó una única duda, enseguida quise saber el motivo de su caída, entonces me fijé en una cosa, una cosa un tanto curiosa, el motivo de su caída era un corte, justo en la mitad, pero no un corte limpio cualquiera sino que era un corte en el que la zona de alrededor estaba chamuscada, no le hice mucho caso, recogí toda la leña que pude, me dí la vuelta y emprendí mi camino de vuelta a casa, al rato se empezó a llenar todo de niebla, no podía ver nada entorno a mí, a más de unos diez metros de distancia oí unos arbustos moverse eché a correr , solo pude mirar atrás, noté algo moverse a una gran velocidad hacia mi, tiré todos los palos y ramas y corrí todo lo que pude, las fuerzas me flaquearon bajé un poco la velocidad involuntariamente por el cansancio, y algo se abalanzó sobre mi espalda , me caí al suelo con toda la cara, cuándo desperté estaba ya anocheciendo, me levanté rápidamente, y a mi lado había una figura blanca y lanosa , me dijo que si podía quedarse conmigo, le dije que si. La niebla despareció y el perro con ella. Seguí mi camino a casa pues ya sabía donde me encontraba. Conseguí salir del bosque y a tan solo unos cuatrocientos metros de distancia ví mi casa, fui corriendo para contárselo a mi familia, llegué y lo primero que hicieron fue preguntarme : ¿Cómo lo llamaremos? ( y en ese momento di media vuelta, miré hacia abajo y … El perro estaba junto a mí, en ningún momento me había dejado desde el bosque hasta mi casa) y les contesté: yoda, lo llamaremos yoda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario