Mi desaparición
Sólo pude mirar hacia atrás cuando en una rara situación estaba. Alguien me está cargando como un saco de patatas hacia algún lugar. Veo cómo mi casa a lo lejos, mis amigos y familiares… Todo se aleja, desapareciendo en una niebla negra.
Al fin puedo volver a visualizar algo, pero no mucho, porque parece que esta o estas personas en un lugar frío y oscuro me han dejado; como si quisiera que esperase sentado, tranquilo, pues tampoco me habían atado de pies a manos ni nada por el estilo…
De repente, oigo barullo acercarse al cuarto –a mi parecer eso era- en el que me encuentro. Sin saber qué hacer, me pongo muy nervioso: no veo nada a mi alrededor, por lo que
no encuentro ningún sitio donde esconderme. Nervioso y asustado, veo como la puerta se abre y una luz cegadora entra a través de él. Ya aterrorizado por lo que puede pasar es cuando noto una mano sobre mi hombro procedente de alguien detrás de mí, y que me dice amistosamente: “Tranquilo, todo va ir bien”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario