Etiquetas

miércoles, 11 de mayo de 2011

Julio de Teresa Corona

Solo pude mirar hacia atrás cuando dejé de ver mi sombra, alguien me la había robado, ¿quién habría sido? Si siempre ha estado conmigo ¿cómo podía desaparecer ahora así tan de repente?

En todos estos años nunca la había echado de menos y ahora me parecía una tremenda pérdida. La sensación de soledad me invadía por completo. Estaba confuso, no sabía qué pensar, podría haber sido un amigo mío o alguien para fastidiar o incluso algún profesor… ¿el profesor de Lengua?

Estos dos últimos meses me había estado evitando, aunque a decir verdad; también había notado al profesor de mates un poco raro. Cada vez que le comentaba algo se ponía nervioso y me dirigía una sonrisa extraña, luego añadía: “Julio, es una verdadera pena”.

Aún no tenía ni idea de quién era, pero todavía no había pensado en mis compañeros. Podría ser cualquiera, como Alfonso que siempre está gastando bromas a la gente. No sería raro que se tratara de alguna de las suyas,… Todavía no podía acusar a nadie de algo tan grave.

De repente empecé a notar una sensación rara en mi brazo derecho, ¡no me lo podía creer! Era mi madre despertándome de una horrible pesadilla. Menos mal, no me podía imaginar mi vida sin ella.


No hay comentarios:

Publicar un comentario